Una madre de un niño de 10 años de Brandsen le pegó al árbitro de fútbol infantil. Fué expulsada de la cancha y se prohibió su ingreso por un año, y el técnico del equipo, también resultó suspendido por un año.
El club ("Las Mandarinas"), multado en $ 300, y el niño debe estar muerto de vergüenza.
No hay nada más lindo que transmitirle a los hijos el espíritu del deporte, que lo importante es competir y no ganar, y transmitir los valores a través del ejemplo.
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